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jueves, 13 de agosto de 2015

Gotitas... no de lluvia, de vida!!!

Un nuevo hemograma.
Glóbulos rojos, bajando y bajando.
No alcanza con la inyección semanal que estoy recibiendo para estimular que cada vez sean más, no al menos por el momento...
No alcanza tampoco con comer lentejas, ni hígado o espinaca, no alcanza.
Hay que transfundir.

Mi cara de espanto, es como si estuviera mirando La Llamada o El Exorcista!!! No me gusta nada, nada, nada la idea!
El Doc me lo vuelve a explicar, me plantea los pro y los contra, ya lo empiezo a ver con otros ojos: es la única solución, y esperar al próximo hemograma, solo retrasaría las cosas una semana y haría que los rojitos estuvieran aún más abajito :(

Acepto. Por supuesto, como no podría ser de otra manera, el Doc me explica todo el procedimiento MAL, porque el día que tengan la información actualizada, o te digan todo como es, o no haya ninguna diferencia entre lo que te dicen y lo que te hacen, seguramente ya habré terminado todos los tratamientos.

Día uno: toma de la muestra. Para una persona como yo, que nunca se enfrentó a una transfusión, esto viene lleno de fantasmas y de miedos! Si, yo soy guapaza, y además, ya he pasado por tantas cosas, que dudo que esto sea peor que alguna de ellas, pero la ignorancia es brava de llevar, da miedito, querés salir de eso de una vez por todas, pero no, porque hoy toman la muestra, y la historia sigue mañana, les falta poner el cartelito de "continuará..."

Día dos: transfusión del primer volumen.  Mmmm el miedito, se materializa, la Doc viene con un par de valijitas repletas de cosas, en una de ellas dice tener medicación por si no tolero bien la sangre que me van a transfundir, ahhhh tahhh... me quedo re tranquila!  Por suerte tiene re buena onda, me pone la vía, trata de que esté cómoda, es un poco difícil para mí estar cómoda últimamente, entre mis dolores varios, pero le aclaro que se quede tranquila, que nada tiene que ver con la transfusión, creo que ella está más nerviosa que yo! Conversamos, antes de comenzar a pasarme el volumen, me pregunta si tengo alguna duda, me aclara que es un procedimiento sencillo, que generalmente no da problemas, etc., etc. Tranqui le digo, empezá a pasármelo, va a estar todo bien. A los minutos vemos que está pasando más lento, esto pasa muchas veces me dice, vamos a cambiar uno de los plásticos, en el cambio, se olvida de ponerle el taponcito cuando saca el cañito por el que venía pasando la sangre, me enchastra digamos una buena parte del acolchado, se quiere morir pobre!!! Ya te lo limpio enseguida, dejame arreglar primero esto y enseguida te lo limpio!!!

Mi viejo y yo la agarramos para "la chacota" y no paramos de reirnos, limpio el acolchado y le digo: a vos te parece, que con la situación que yo estoy viviendo, me voy a amargar porque se ensució un acolchado que se mete al lavarropa y se lava? O así no se pudiera meter, o no se pudiera lavar, es un acolchado, olvidate!

El accidente, sirve para romper el hielo y que nos quedemos conversando de la vida, mientras la vida va saliendo de esa bolsita que cuelga del soporte, corre por la manguerita transparente, pasa por la vía y entra directamente a mis venas, dándole vida de otra persona a mi cuerpo cansado y falto de glóbulos rojos.

Quería de alguna forma agradecerle a esa persona, que seguramente ignora que su sangre terminó dándome vida, levantándome los glóbulos rojos, dándole más colorcito a mi cara, restando un poco de cansancio a mi cuerpo. Esa persona que yo también desconozco si es hombre o mujer, si es joven o adulto, en que trabaja, que gustos tiene, si tenía tan claro todo lo que podía lograr cuando fue a donar sangre para un desconocido, pero lo que sí se, es que algo tenemos en común aunque uno no sepa quien es el otro: somos dos personas solidarias. En algún momento, cuando era más joven, también donaba, y siempre que puedo hacer algo por alguien, que conozca o no, trato de hacerlo. La solidaridad es algo que practico y que me enorgullezco de practicar, y es algo que tenemos en común con esta persona que me donó unas cuantas gotitas de vida.

Quería de alguna forma agradecerle a esas personas, de las que conozco unas cuantas, que además de donar su sangre, donan su tiempo, van a donde tengan que ir para realizar la donación, solamente, porque saben que con ese acto desinteresado que realizan, le pueden mejorar la vida a otro o hasta salvarle la vida a alguien.

Pasan alrededor de dos horas, conversando casi ni nos dimos cuenta, digamos "el tiempo pasó volando" y en ese vuelo se llevó los miedos, las inseguridades, las dudas, ya me enfrenté a otra cosa nueva, ahora ya sé lo que es, estoy pronta para encarar el segundo volumen.
Llega mi hija: no puedo expresarles con palabras lo que expresaba su cara... cuando corta el silencio nos mira y nos dice, esto parece una película de terror!!!! nosotras largamos la carcajada, me dice má, yo no pensé que de verdad esto fuera así!!! La Doc nos cuenta que hace poco tiempo una chica le dijo que ella se enteró de que se donaba sangre, cuando empezó a mirar las películas de vampiros...
Las últimas gotitas se apuran en dejar la bolsa, se tiran como por un tobogán en el cañito que las lleva hasta la vía y terminan reuniéndose con sus pares en un cuerpo nuevo, un cuerpo que se nota cansado pero a la vez contento.
Se corre el rumor, de que mañana vienen más, pero no están seguras de que grado de certeza tenga ese rumor, por si acaso, ellas van haciendo lugar para las futuras recién llegadas. Están agradecidas de haber venido a dar vida a este cuerpo que necesitaba una ayudita ;)

Confirmado: mañana se viene el volumen dos. Todas corren y saltan locas de alegría!!! Cuantas más seamos, más rápido y mejor se recuperará este cuerpito :)

Gracias a los donantes, por esas gotitas de vida  :)