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sábado, 4 de enero de 2014

Todo llega a su fin, lo malo también!

Un día allá por el mes de junio de 2013, me dieron la noticia de que tenían que hacerme una nefrostomía. Ni idea de lo que significaba eso, básicamente, era un procedimiento necesario para intentar preservar mi riñón, ya que el tumor que tenía alrededor del mismo estaba afectando toda la zona y con este procedimiento teníamos chance de "salvarlo".

Visto así, era algo buenísimo, una medida que se tomaba en pos de algo que iba a ser bueno para mi, pero en la práctica no era tan sencillo.

A partir de ese momento, tuve una extensión de mi cuerpo: un catéter q salía desde el riñón y terminaba en una bolsa de plástico, y no les doy más detalles porque no vienen al caso.

El punto es que desde el momento en el que me hicieron este procedimiento, sentí que algo había cambiado, sentí como si me hubiesen "amputado" una parte de mi cuerpo, sentí como si de golpe había pasado de tener 40 años a tener 85!

Tenía claro que no era eso lo peor que podía pasar, pero que difícil era encararlo! Iba a tener que estar con "eso" colgando vaya a saber por cuanto tiempo... Un montón de cosas cotidianas ya no serían lo mismo, sin hablar de las cosas que eso me limitaba a poder hacer. Lloré, lloré, lloré, me pregunté por qué a mi, hasta que al cabo de unas horas de tristeza, entendí que era otra cosa que tenía que encarar, porque no había plan B para elegir, y decidí encararlo de la mejor forma: en vez de luchar contra eso, aprender a vivir con él.

Así fue que le pedí a la mamá de una amiga, que me hiciera una especie de morral que me permitiera poner la nefro allí dentro y dejar mis manos libres, me hizo uno de jean, quedó divino!!! Así estuve con esa carterita incorporada durante 6 meses y medio. Así fue también que aprendí a curarme sola, para no depender de nadie que lo hiciera y sentirme más libre, cada cosa de ese tipo que podía hacer me sumaba autonomía. Así fue que seguí al pie de la letra las indicaciones de médico y enfermeras para evitar cualquier complicación en la misma.

Ayer recibí la mejor noticia: el riñón está funcionando bien, gracias a que el tumor se redujo, la nefro no tenía por qué seguir estando conmigo, me la iban a quitar!!!!

Contarles que, tal vez no lo entiendan, me sentí la persona más feliz del mundo, primero porque esto supone un gran avance en mi curación (ya hay un tumor que cedió y que dejó de jorobar la función de mi riñón) y primero también (porque no puedo ponerlo en segundo lugar) porque vuelvo a tener mi cuerpo, el de siempre, sin extensiones, sin apéndices!!!

Poder volver a hacer cosas como dormir en cualquier posición, no tener que realizarme curaciones todos los días, no estar cuidando de no engancharme o golpearme esa zona, poder viajar en bus sin problemas, poder ir a la playa, o simplemente poder ponerme cualquier tipo de ropa, es algo que no tiene precio.

Quería compartirlo con ustedes, porque más allá de esto puntual que me sucedió, estoy convencida como dice el título de este post de que todo llega a su fin, lo malo también!!! solo hay que tener fe, ponerle actitud y estar convencido que ese día más tarde o más temprano va a llegar.

Se despide hiperfeliz :)

Vivi


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