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martes, 19 de noviembre de 2013

La Unión hace la Fuerza, y vaya si la hace

Tengo que escribir aunque sea unas líneas sobre lo que viví hace unos días.

Hace algunos días comenzó mi segunda serie de quimio, el viernes tuve que volver a visitar el Hospital de día, para sentarme cómodamente y estirar mi bracito para que me inyecten esos venenos mágicos, que si bien "contaminan" cierta parte de mi organismo, por otro lado me están devolviendo vida, mucha vida.

El viernes salí cansada, las drogas que me están inyectando ahora son más y mayor cantidad, pero eso no doblegó las ganas que tenía de ir a participar de la grabación de unos testimonios de sobrevivientes de cáncer de la fundación Livestrong en Uruguay, así que ni bien terminamos (con mi viejo que se ha convertido en mi acompañante oficial a todas las sesiones de quimio, médicos e ainda mais) volamos para allá.

No se si pueda explicarles con palabras lo que sentí al llegar al lugar donde nos juntábamos: tal vez con dos palabras pueda resumir un poco: PURO AMOR.  Es tan rara la sensación de llegar a un lugar donde no conocés personalmente a las personas que te están recibiendo y sin embargo sentirte querida, cuidada, contenida, protegida...

Ya lo sabía de antes, pero el viernes confirmé que el día que me uní a la gente de Uruguay x Livestrong, fue una de las mejores decisiones que he tomado en los últimos tiempos.  Saber que hay otras personas que han pasado o pasan lo que yo estoy pasando y que lo pueden hablar sin tapujos o pueden entender mis silencios o mis diferentes estados de ánimo, es algo que me ha sumado mucho y es de una gran ayuda para seguir transitando todo esto.

El cuidado y la delicadeza que tuvieron para conmigo al momento de la entrevista para el spot, de realizarme las preguntas, de pedirme que contara mi historia... Por momentos seguía sin poder creer que era yo quien estaba ahí, frente a la cámara, contando que estoy librando una batalla contra el cáncer y que tengo toda la intención de ganarla, tratando de ser clara y tan emotiva como me salía y a la vez tratando de no quebrarme y de lograr que mi mensaje llegara a quien lo fuera a escuchar. Lo mejor que pude haber hecho el viernes al salir de quimio fue ir a grabar el spot, salí sintiéndome mucho más viva, más liberada, más acompañada.

Pero este finde me deparaba muchísima más emoción: el domingo se corría la carrera en el Club Olimpia, que cerraba el año de carreras de la Agrupación de Atletas del Uruguay, y alguien iba a correr en mi honor. En mi honor!!!! en mi vida me imaginé que alguien fuera a hacer algo "en mi honor", mucho menos correr una carrera.

El sábado mis defensas comenzaron a bajar, algo esperable después de la quimio, y si bien era toda mi intención asistir a la carrera el domingo a la mañana para acompañarlos de alguna manera, mi cuerpo no pudo sortear con facilidad la paliza que le estaba dejando los residuos de la quimio y no fui.

El domingo dormí casi todo el día, solo me despertaba, tomaba agua, toda el agua que el cuerpo me pedía y volvía a dormirme, y en algún momento en los que miré las novedades de las redes, vi los carteles que los corredores portaban con mi nombre, no era un cartel, ni dos, ni tres, eran muchos, y los mensajes también lo eran!

Había personas en otro punto de la ciudad, enviándome una energía que yo podía sentir, pese a estar acostada en una cama, casi totalmente debilitada, esa energía llegaba y me atravesaba, hacía que mis lágrimas salieran y rodaran tipo cascada por mis mejillas, porque no recuerdo  haber experimentado en otro momento esta sensación de solidaridad, de cariño, de amor desinteresado que experimenté el domingo.

No se cual será la forma de agradecerle a estas personas, que sin siquiera conocerme, se pegan un cartel con mi nombre en la espalda y salen a correr y a poner toda la energía para que yo siga luchando. Pensar que hay personas que luego de la carrera, llegaron a su casa y en medio de un festejo familiar, en una tarde divina, se tomaron un ratito para hacer un cartel que decía "Fuerza Vivi" y sacarse una foto y enviármela, no tiene precio como dice el slogan, para todo lo demás existe Mastercard.

Quería contarles lo que viví el domingo, ahora me doy cuenta que tal vez necesitaba agua porque me deshidraté de tanto llorar de emoción :)

Quería tratar de poner en palabras lo que viví estos días y de decirles a todos los que día a día me envían fuerza para seguir luchando, que les voy a estar eternamente agradecida y que no se si tienen idea de cuanto suma toda esa energía!

Quería decirles que si alguna vez les toca pasar por una situación parecida a la mía (ojalá que no), no se queden solos, traten de juntarse con personas que hayan pasado por una situación similar, porque la unión hace la fuerza y vaya si la hace.


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