Hoy a las 15 hs desde la Fuente de Andalucía del Parque Rodó MAMA MIA
camina por la vida♥ Juntas contra el cáncer de mama. Por la vida, por
las que luchan, por las que sobreviven, por las que acompañan desde otro
lugar. La consigna es llevar algo color rosa. Yo les tiro una idea para
llegar hasta ahí...
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sábado, 28 de septiembre de 2013
viernes, 27 de septiembre de 2013
Primero, lo primero
Hoy no me siento 100% bien, hoy vuelvo a tener médico, hoy puede ser un día un poquito complicado, pero... primero, lo primero:
miércoles, 25 de septiembre de 2013
Octubre, vení no más que te estoy esperando
Algo que creo no les conté sobre mí, es que muchas veces tengo un sexto sentido, una intuición un poco más desarrollada que me da avisos sobre algunas cosas, así fue que allá por el mes de diciembre tuve la certeza de que algo en mi cuerpo no andaba bien y terminé confirmándolo meses más tarde.
Esta misma "corazonada" me decía que este hemograma de control iba a salir 10 puntos! Más allá del cansancio yo me sentía bien, me veía bien (más aún cuando maquillaba mis ojeras), me visualizaba bien, y así fue: el hemograma dio bien de bien, así que más que estoy más que feliz!!!
También sabía que venían buenas noticias en camino: hoy tuve oncólogo, me confirmó que no vamos a hacer quimioterapia en el mes de octubre, ohhh yessssssssssssssssssssssssssssssss (baila y menea para festejar), vamos a terminar el tratamiento de radioterapia, del cual aún me quedan dos semanas y luego de esperar unos días, vamos a realizar una tomografía de control para ver como afectaron los tratamientos a los tumores, tengo mucha fe en que los resultados serán los que esperamos. Luego de eso se verá como se prosigue.
Después de casi 4 meses de tratamientos médicos ininterrumpidos, de vías, inyectables, rayos, camillas, consultorios, enfermeras, médicos, tener un impass como este es casi como que te den un premio. Tal vez será difícil para ustedes que están sanos poder imaginar o dimensionar lo que esto significa para los que estamos de este lado, pero por más buena voluntad que uno tenga (y no me estoy quejando) llega un momento en que lo único que deseas además de curarte, es que lleguen esos días que estás totalmente libre de tratamientos invasivos.
Se que todavía me falta sortear un obstáculo más en setiembre: la entrevista con el urólogo que definirá mi próxima entrada al quirófano, pero por el momento lo dejo a un lado y me siento feliz de haber llegado hasta aquí.
Sigo visualizándome sana, viendo a la Vivi de siempre, la que ama bailar, la que cuando hace un poco de calor se junta con sus amigas a tomar una cerveza, la que se acuesta tarde y se levanta temprano, la que no se cansa, la que no tiene que cuidar su estómago de las agresiones de los químicos y la que va a llegar al otro lado del cartel de llegada.
Como pienso desde el día uno, se que encontraron en mi la enfermedad, pero nunca me sentí enferma, así que venite octubre no más, que te espero pronta y feliz para festejar mis 41!!!
:)
Esta misma "corazonada" me decía que este hemograma de control iba a salir 10 puntos! Más allá del cansancio yo me sentía bien, me veía bien (más aún cuando maquillaba mis ojeras), me visualizaba bien, y así fue: el hemograma dio bien de bien, así que más que estoy más que feliz!!!
También sabía que venían buenas noticias en camino: hoy tuve oncólogo, me confirmó que no vamos a hacer quimioterapia en el mes de octubre, ohhh yessssssssssssssssssssssssssssssss (baila y menea para festejar), vamos a terminar el tratamiento de radioterapia, del cual aún me quedan dos semanas y luego de esperar unos días, vamos a realizar una tomografía de control para ver como afectaron los tratamientos a los tumores, tengo mucha fe en que los resultados serán los que esperamos. Luego de eso se verá como se prosigue.
Después de casi 4 meses de tratamientos médicos ininterrumpidos, de vías, inyectables, rayos, camillas, consultorios, enfermeras, médicos, tener un impass como este es casi como que te den un premio. Tal vez será difícil para ustedes que están sanos poder imaginar o dimensionar lo que esto significa para los que estamos de este lado, pero por más buena voluntad que uno tenga (y no me estoy quejando) llega un momento en que lo único que deseas además de curarte, es que lleguen esos días que estás totalmente libre de tratamientos invasivos.
Se que todavía me falta sortear un obstáculo más en setiembre: la entrevista con el urólogo que definirá mi próxima entrada al quirófano, pero por el momento lo dejo a un lado y me siento feliz de haber llegado hasta aquí.
Sigo visualizándome sana, viendo a la Vivi de siempre, la que ama bailar, la que cuando hace un poco de calor se junta con sus amigas a tomar una cerveza, la que se acuesta tarde y se levanta temprano, la que no se cansa, la que no tiene que cuidar su estómago de las agresiones de los químicos y la que va a llegar al otro lado del cartel de llegada.
Como pienso desde el día uno, se que encontraron en mi la enfermedad, pero nunca me sentí enferma, así que venite octubre no más, que te espero pronta y feliz para festejar mis 41!!!
:)
martes, 24 de septiembre de 2013
La vida sigue
Días sin entrar por aca...
La vida sigue, como dice el título, y por momentos parece que el tiempo se hace tan lennnnnnnto que no pasa nunca, y otras parece que pasara tan rápido como si estuviera en un carrito de montaña rusa.
Estos días pasados me han encontrado llena de cansancio, cansancio producido en gran medida por la radioterapia que sigue su curso. Cansancio que le juega una pulseada permanente a mis ganas de que mi vida siga tan parecida a mi vida "normal" como sea posible, cansancio que logra algunos días doblegarme y me gana la pulseada.
Cuantas veces durante ese cansancio añoro mi vida de siempre: levantarme temprano, ir a trabajar, correr de un lado para otro, tener fuerzas para hacer dos millones de cosas y cuando parecía que las baterías se acababan, saber que siempre había una reserva "extra" para ser usada ante el llamado de una amiga invitando con algún plan o para sortear algún imprevisto...
Cuantas veces durante ese cansancio me permito dejarme ir y fluir con él, y me vuelvo atemporal y duermo, duermo, duermo y duermo. Dejo que mi cuerpo descanse, sin pensar en días o en horarios y respetándolo hasta que me vuelve a decir, ahora si, estoy pronto para volver a la batalla...
Aún así, con cansancio y todo, no puedo quejarme: tengo que agradecer a Dios, que me dio esa cuota de "batería extra" y me permitió festejar los 11 años de mi hija, no como siempre, porque mis revoluciones han bajado considerablemente, pero si ocupándome de mimarla, cocinarle, hacerle los gustos, hacerla sentir como lo hacemos siempre que una de nosotras cumple años: la Reina de la casa.
Fue una inyección tan grande de "defensas" haber podido disfrutar de los preparativos del cumple, de ver su carita al comenzar su día con la sonrisa inocente de oreja a oreja, alejada por momentos de esta realidad que nos está tocando vivir, de verla divertirse con sus amigas, de ver a la familia reunida una vez más para festejar, que si me guío por eso, el hemograma de control de esta semana tendría que salir 10 puntos!
Otra transfusión de energía fue aceptar la invitación de una amiga a ver el homenaje de Hernán Piquín a Freddie Mercury. No solo fue disfrutar el arte del baile y de la música que servía de base para el mismo, repasar la vida de ese ídolo y poder ver en unos cuantos "actos" lo fugaz, efímera y a la vez casi eterna que puede llegar a ser la vida de alguien, me conmovió totalmente. Nos preguntábamos con mi amiga si sería que el espectáculo estaba muy bien montado y te orientaba a vivir todas esas emociones o sería que nosotras estábamos en un período de hipersensibilidad, no lo se, lo cierto es que sentí que me atravesó.
Estos días me esperan más médicos, más resultados, más coordinaciones, más procedimientos, más estudios y espero tener la fortaleza emocional para seguir afrontando todo como hasta ahora.
Tal como tenía en mente vivir estos momentos lindos que viví, ya estoy preparada para vivir otros que vendrán en el mes de octubre. Como decía Martin Luther King, no tienes que ver toda la escalera, solo da el primer paso, así sigo, paso a paso...
La vida sigue y espero sus sorpresas buenas, porque se que están en camino.
La vida sigue, como dice el título, y por momentos parece que el tiempo se hace tan lennnnnnnto que no pasa nunca, y otras parece que pasara tan rápido como si estuviera en un carrito de montaña rusa.
Estos días pasados me han encontrado llena de cansancio, cansancio producido en gran medida por la radioterapia que sigue su curso. Cansancio que le juega una pulseada permanente a mis ganas de que mi vida siga tan parecida a mi vida "normal" como sea posible, cansancio que logra algunos días doblegarme y me gana la pulseada.
Cuantas veces durante ese cansancio añoro mi vida de siempre: levantarme temprano, ir a trabajar, correr de un lado para otro, tener fuerzas para hacer dos millones de cosas y cuando parecía que las baterías se acababan, saber que siempre había una reserva "extra" para ser usada ante el llamado de una amiga invitando con algún plan o para sortear algún imprevisto...
Cuantas veces durante ese cansancio me permito dejarme ir y fluir con él, y me vuelvo atemporal y duermo, duermo, duermo y duermo. Dejo que mi cuerpo descanse, sin pensar en días o en horarios y respetándolo hasta que me vuelve a decir, ahora si, estoy pronto para volver a la batalla...
Aún así, con cansancio y todo, no puedo quejarme: tengo que agradecer a Dios, que me dio esa cuota de "batería extra" y me permitió festejar los 11 años de mi hija, no como siempre, porque mis revoluciones han bajado considerablemente, pero si ocupándome de mimarla, cocinarle, hacerle los gustos, hacerla sentir como lo hacemos siempre que una de nosotras cumple años: la Reina de la casa.
Fue una inyección tan grande de "defensas" haber podido disfrutar de los preparativos del cumple, de ver su carita al comenzar su día con la sonrisa inocente de oreja a oreja, alejada por momentos de esta realidad que nos está tocando vivir, de verla divertirse con sus amigas, de ver a la familia reunida una vez más para festejar, que si me guío por eso, el hemograma de control de esta semana tendría que salir 10 puntos!
Otra transfusión de energía fue aceptar la invitación de una amiga a ver el homenaje de Hernán Piquín a Freddie Mercury. No solo fue disfrutar el arte del baile y de la música que servía de base para el mismo, repasar la vida de ese ídolo y poder ver en unos cuantos "actos" lo fugaz, efímera y a la vez casi eterna que puede llegar a ser la vida de alguien, me conmovió totalmente. Nos preguntábamos con mi amiga si sería que el espectáculo estaba muy bien montado y te orientaba a vivir todas esas emociones o sería que nosotras estábamos en un período de hipersensibilidad, no lo se, lo cierto es que sentí que me atravesó.
Estos días me esperan más médicos, más resultados, más coordinaciones, más procedimientos, más estudios y espero tener la fortaleza emocional para seguir afrontando todo como hasta ahora.
Tal como tenía en mente vivir estos momentos lindos que viví, ya estoy preparada para vivir otros que vendrán en el mes de octubre. Como decía Martin Luther King, no tienes que ver toda la escalera, solo da el primer paso, así sigo, paso a paso...
La vida sigue y espero sus sorpresas buenas, porque se que están en camino.
martes, 17 de septiembre de 2013
y se fue la novena!!!
y se fue la novena!!!
No es una cadena de oración...
No es una de esas cosas que gritan los cantores de folclore a la voz de aura...
Fue la novena aplicación de quimio, el final de la tercer serie de tres que comenzó hace tres meses (parece el trabalenguas de los tristes tigres...)
Hoy volví a casa agotada, yo todavía no lo siento tanto, pero mi cara lo refleja: estoy super pálida, ojerosa, cansada, los ojitos caídos, casi no me reconozco en el espejo.
Hace unos días tuve médico: me dio la "feliz" noticia de que existe la posibilidad cuando termine el tratamiento de que si mi uréter no volvió a funcionar con normalidad tengan que sacarme el riñón. Se que no es lo peor que me puede pasar, pero después de tres meses de tratamiento, después de tener un montón de cuidados, después de tres meses de nefrostomía, después de tres meses de seguir todas las indicaciones que me dan al pie de la letra, no me esperaba esa noticia.
Se también que el médico fue sincero, y lo agradezco enormemente, me planteó todos los panoramas posibles: ese es uno. Claro, es el peor, el mejor es que haya reaccionado ante el tratamiento y que al finalizarlo todo vuelva a la normalidad. Así que visualizando ese me quedé, no por negar, porque en realidad no puedo negar algo que todavía "NO ES", sino porque tengo la convicción de que para curarme tengo que tener FE en que me estoy curando y eso es lo que he hecho desde el día 1.
Hoy siento el peso y el cansancio que van acumulando en mi cuerpo los tratamientos, pero por otro lado también agradezco tener la posibilidad de hacérmelos, lamentablemente no todas las personas enfermas la tienen.
Hoy veo como voló el tiempo desde aquel día fatídico donde me dijeron tenés que internarte porque esto que tenés es cáncer y tenemos que hacerte un montón de estudios para ver bien donde está y de que tipo es. No puedo creer que se pasó el invierno y yo casi no me enteré, porque estuve cuidada entre algodones, tanto en el sanatorio, en la casa de mis padres, como en casa, tanto por mis hijas, mi hermana, mis viejos, mis amigos...
Hoy tengo la certeza de que falta menos, de que el camino es espinoso muchas veces, pero también tiene un montón de pequeños premios que voy recibiendo mientras camino. Se que en breve así como empezará la primavera por estos lares, también empezará en mi cuerpo y todo volverá a renacer y a florecer...
Hoy se fue la novena, y mi FE sigue intacta.
Hoy siento que la curación total está cada vez más cerca ♥
No es una cadena de oración...
No es una de esas cosas que gritan los cantores de folclore a la voz de aura...
Fue la novena aplicación de quimio, el final de la tercer serie de tres que comenzó hace tres meses (parece el trabalenguas de los tristes tigres...)
Hoy volví a casa agotada, yo todavía no lo siento tanto, pero mi cara lo refleja: estoy super pálida, ojerosa, cansada, los ojitos caídos, casi no me reconozco en el espejo.
Hace unos días tuve médico: me dio la "feliz" noticia de que existe la posibilidad cuando termine el tratamiento de que si mi uréter no volvió a funcionar con normalidad tengan que sacarme el riñón. Se que no es lo peor que me puede pasar, pero después de tres meses de tratamiento, después de tener un montón de cuidados, después de tres meses de nefrostomía, después de tres meses de seguir todas las indicaciones que me dan al pie de la letra, no me esperaba esa noticia.
Se también que el médico fue sincero, y lo agradezco enormemente, me planteó todos los panoramas posibles: ese es uno. Claro, es el peor, el mejor es que haya reaccionado ante el tratamiento y que al finalizarlo todo vuelva a la normalidad. Así que visualizando ese me quedé, no por negar, porque en realidad no puedo negar algo que todavía "NO ES", sino porque tengo la convicción de que para curarme tengo que tener FE en que me estoy curando y eso es lo que he hecho desde el día 1.
Hoy siento el peso y el cansancio que van acumulando en mi cuerpo los tratamientos, pero por otro lado también agradezco tener la posibilidad de hacérmelos, lamentablemente no todas las personas enfermas la tienen.
Hoy veo como voló el tiempo desde aquel día fatídico donde me dijeron tenés que internarte porque esto que tenés es cáncer y tenemos que hacerte un montón de estudios para ver bien donde está y de que tipo es. No puedo creer que se pasó el invierno y yo casi no me enteré, porque estuve cuidada entre algodones, tanto en el sanatorio, en la casa de mis padres, como en casa, tanto por mis hijas, mi hermana, mis viejos, mis amigos...
Hoy tengo la certeza de que falta menos, de que el camino es espinoso muchas veces, pero también tiene un montón de pequeños premios que voy recibiendo mientras camino. Se que en breve así como empezará la primavera por estos lares, también empezará en mi cuerpo y todo volverá a renacer y a florecer...
Hoy se fue la novena, y mi FE sigue intacta.
Hoy siento que la curación total está cada vez más cerca ♥
Cuentos que me han servido: El anillo del Rey
LEYENDAS Y CUENTOS:
“Esto También Pasará”
Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte: - Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total...
Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada. El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje –el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas –le dijo- mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación-
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía “ESTO TAMBIÉN PASARA”.
Mientras leía “esto también pasará” sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.
El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo. El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: -Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
-¿Qué quieres decir? –preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
-Escucha –dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero. El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:
-Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
Tomado de:Umberto Levagui.- ICQ Gnosis Uruguay
Cuentos que me han servido: "Empuja la vaquita"
Este es un cuento que me ha servido mucho, cada vez que parece que estoy al borde del abismo, de perder la "seguridad" lo leo y vuelvo a entender que todos los cambios, los caminos nuevos, pueden ser mejores oportunidades, solo hay que soltar el miedo y arriesgarse. Ojalá les guste y les sirva como a mi.
EMPUJA LA VAQUITA"
Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo,
cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una
breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la
importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.
Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja
y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas sin
calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le pregunto: "En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿como hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?" El señor calmadamente respondió: "amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo." El sabio agradeció la información, contempló el
lugar por un momento. Luego se despidió y se fue.
En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó:
"busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al
barranco."
El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la
vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden. Así que empujo la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedo grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años. Un bello día el joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con un carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín.
El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde
familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y
llegando allí, fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntó
por la familia que vivía allí hacía unos cuatro años. El señor respondió
que seguían viviendo allí. Espantado el joven entró corriendo a la casa y
confirmo que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el
maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita):
"¿Como hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?"
El señor entusiasmado le respondió: "nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió; de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora."
Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra sobrevivencia la cual es una convivencia con la rutina, NOS HACE DEPENDIENTES, Y EL MUNDO SE REDUCE A LO QUE LA VAQUITA NOS BRINDA
EMPUJA LA VAQUITA"
Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo,
cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una
breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la
importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.
Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja
y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas sin
calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le pregunto: "En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿como hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?" El señor calmadamente respondió: "amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo." El sabio agradeció la información, contempló el
lugar por un momento. Luego se despidió y se fue.
En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó:
"busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al
barranco."
El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la
vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden. Así que empujo la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedo grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años. Un bello día el joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con un carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín.
El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde
familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y
llegando allí, fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntó
por la familia que vivía allí hacía unos cuatro años. El señor respondió
que seguían viviendo allí. Espantado el joven entró corriendo a la casa y
confirmo que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el
maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita):
"¿Como hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?"
El señor entusiasmado le respondió: "nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió; de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora."
Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra sobrevivencia la cual es una convivencia con la rutina, NOS HACE DEPENDIENTES, Y EL MUNDO SE REDUCE A LO QUE LA VAQUITA NOS BRINDA
jueves, 12 de septiembre de 2013
Y el respeto???
Hoy no pensaba escribir, pero... uno propone y la vida, Dios, el Universo o algún imbécil dispone, cuack!
Me levanté con la mejor onda, temprano, disfrutando del día, pensando en que iba a ser un gran día, de hecho todavía lo pienso, pero digamos que en el medio se suscitaron una serie de hechos desafortunados, no graves, todo lo contrario, totalmente evitables, el tema es que la gente le pasa por arriba a otra gente y ahí todo cambia...
Yo me pregunto, aquella célebre frase que dice: tus derechos terminan donde comienzan los míos o los de los otros, ya no se usa más? Qué le pasa a la gente? Por qué hay gente que siente que tiene derecho a hacer lo que se le da la gana, sin importarle si afecta o no la vida de los demás, si pisotea o no los derechos de los otros?
Hoy saliendo de casa de mis padres, dos casas por medio, un vecino abrió su portón de rejas y su perro (una especie de Fila, si es que no es un Fila puro, no entiendo mucho de estas cuestiones) salió a la calle. Nosotras veníamos con mi hija más chica caminando justo por esa parte de la vereda, el perro se nos vino encima. Yo cargo a cuestas mi nefrostomía (no se si recordarán), por lo que tengo un morral del jean donde guardo la bolsa que cuido como si fuera de oro, cuando vi venir al perro solo pensé que si me saltaba y me enganchaba el famoso cañito, terminaba otra vez en el quirófano, así que me volví una con el universo y pedí por favor que el perro se alejara, funcionó.
El perrazo se alejó de mi, pero se fue sobre mi hija, directo a morderle los talones, con esa cabezota que es casi más grande que la de una persona, el perro abrió la boca y se le prendió, no apretaba, pero no soltaba, el punto es que sus dueños lo llamaban y el perro nada, así soltó y volvió a agarrar sus talones tres veces, mientras ellos trataban de desprenderlo, agarrarlo y entrarlo a la casa, le hablaban le gritaban y el perro seguía como si nada, mientras ella lloraba y temblaba sin parar.
Esta escena no habrá durado 5 minutos, el perro rayó las botas de cuero de Mile, pero podía haber sido sus piernas. La pregunta es: qué parte no entiende la gente de que los animales son una responsabilidad? Que parte no entienden de que sacar animales sin correa y sin bozal, más de ese tamañote, es salir jugado a que pase cualquier cosa? Esta vez se les escapó, pero yo veo a diario como lo sacan a correr totalmente suelto... Si salta sobre uno, te tira al piso, a un niño o a una persona mayor los desestabiliza con total seguridad. No entienden que por más que me digan es buenito y no te hace nada, el perro estaba prendido de sus talones? Por qué la gente no toma recaudos hasta que pasan las desgracias? Por qué todo tiene que llegar hasta el borde si es tan fácil vivir respetándonos?
Salimos de esa situación, y nos tomamos un taxi, con la niña en pleno llanto ya que el susto aún duraba. Miro al chofer, que ostentaba muy orgulloso un cigarrillo prendido y le pido amablemente si me hace el favor de apagar el cigarro, el diálogo que siguió a continuación fue el siguiente:
Ya lo apago...
Se da vuelta me mira y me dice: no te pongás nerviosa, que mirá yo como tiemblo...
Lo miro y le digo que no entiendo lo que me dice.
Me contesta: te digo que mires como tiemblo, a mi no me mandás vos ni nadie, así que no voy a apagar ningún cigarrillo y si no te gusta bajate!
Por supuesto que acto seguido me bajé del taxi y asomándome por la puerta delantera y manteniendo los buenos modales le dije que estaba prohibido fumar dentro del taxi, que él lo sabía y que iba a hacer la denuncia correspondiente, su respuesta: hacé lo que quieras.
No piensen que era un chico joven, todo lo contrario, era una persona mayor, de esas que uno cree que se criaron en otras épocas y que aún conservan los valores y el respeto.
La denuncia ya está hecha, ahora me pregunto yo: pasará algo con ese conductor, que siente la impunidad de hacer lo que se le antoja, porque a él no lo manda nadie? Es otra vez la falta de respeto por el otro, que solo está reclamando que se respeten sus derechos, por qué razón cuando llamo a hacer la denuncia yo tengo que demostrar la falta del otro y parezco yo el victimario en vez de la víctima?
Espero que los nervios que pasé hoy en situaciones que podían haber sido evitables totalmente solo respetando los derechos de los demás, no hayan sido en vano, que las denuncias correspondientes sirvan para algo y que todos tomemos más conciencia que peleando por nuestros derechos hacemos que las cosas mejoren.
Después de todo esto, doy vuelta la página y trato de volver a mi eje, recordar que hay cosas mucho más importantes como la curación y que no me puedo dar el lujo de dejar que este tipo de cuestiones cuasi domésticas se queden a vivir conmigo.
Me despido, reciclándome :)
Vivi
Me levanté con la mejor onda, temprano, disfrutando del día, pensando en que iba a ser un gran día, de hecho todavía lo pienso, pero digamos que en el medio se suscitaron una serie de hechos desafortunados, no graves, todo lo contrario, totalmente evitables, el tema es que la gente le pasa por arriba a otra gente y ahí todo cambia...
Yo me pregunto, aquella célebre frase que dice: tus derechos terminan donde comienzan los míos o los de los otros, ya no se usa más? Qué le pasa a la gente? Por qué hay gente que siente que tiene derecho a hacer lo que se le da la gana, sin importarle si afecta o no la vida de los demás, si pisotea o no los derechos de los otros?
Hoy saliendo de casa de mis padres, dos casas por medio, un vecino abrió su portón de rejas y su perro (una especie de Fila, si es que no es un Fila puro, no entiendo mucho de estas cuestiones) salió a la calle. Nosotras veníamos con mi hija más chica caminando justo por esa parte de la vereda, el perro se nos vino encima. Yo cargo a cuestas mi nefrostomía (no se si recordarán), por lo que tengo un morral del jean donde guardo la bolsa que cuido como si fuera de oro, cuando vi venir al perro solo pensé que si me saltaba y me enganchaba el famoso cañito, terminaba otra vez en el quirófano, así que me volví una con el universo y pedí por favor que el perro se alejara, funcionó.
El perrazo se alejó de mi, pero se fue sobre mi hija, directo a morderle los talones, con esa cabezota que es casi más grande que la de una persona, el perro abrió la boca y se le prendió, no apretaba, pero no soltaba, el punto es que sus dueños lo llamaban y el perro nada, así soltó y volvió a agarrar sus talones tres veces, mientras ellos trataban de desprenderlo, agarrarlo y entrarlo a la casa, le hablaban le gritaban y el perro seguía como si nada, mientras ella lloraba y temblaba sin parar.
Esta escena no habrá durado 5 minutos, el perro rayó las botas de cuero de Mile, pero podía haber sido sus piernas. La pregunta es: qué parte no entiende la gente de que los animales son una responsabilidad? Que parte no entienden de que sacar animales sin correa y sin bozal, más de ese tamañote, es salir jugado a que pase cualquier cosa? Esta vez se les escapó, pero yo veo a diario como lo sacan a correr totalmente suelto... Si salta sobre uno, te tira al piso, a un niño o a una persona mayor los desestabiliza con total seguridad. No entienden que por más que me digan es buenito y no te hace nada, el perro estaba prendido de sus talones? Por qué la gente no toma recaudos hasta que pasan las desgracias? Por qué todo tiene que llegar hasta el borde si es tan fácil vivir respetándonos?
Salimos de esa situación, y nos tomamos un taxi, con la niña en pleno llanto ya que el susto aún duraba. Miro al chofer, que ostentaba muy orgulloso un cigarrillo prendido y le pido amablemente si me hace el favor de apagar el cigarro, el diálogo que siguió a continuación fue el siguiente:
Ya lo apago...
Se da vuelta me mira y me dice: no te pongás nerviosa, que mirá yo como tiemblo...
Lo miro y le digo que no entiendo lo que me dice.
Me contesta: te digo que mires como tiemblo, a mi no me mandás vos ni nadie, así que no voy a apagar ningún cigarrillo y si no te gusta bajate!
Por supuesto que acto seguido me bajé del taxi y asomándome por la puerta delantera y manteniendo los buenos modales le dije que estaba prohibido fumar dentro del taxi, que él lo sabía y que iba a hacer la denuncia correspondiente, su respuesta: hacé lo que quieras.
No piensen que era un chico joven, todo lo contrario, era una persona mayor, de esas que uno cree que se criaron en otras épocas y que aún conservan los valores y el respeto.
La denuncia ya está hecha, ahora me pregunto yo: pasará algo con ese conductor, que siente la impunidad de hacer lo que se le antoja, porque a él no lo manda nadie? Es otra vez la falta de respeto por el otro, que solo está reclamando que se respeten sus derechos, por qué razón cuando llamo a hacer la denuncia yo tengo que demostrar la falta del otro y parezco yo el victimario en vez de la víctima?
Espero que los nervios que pasé hoy en situaciones que podían haber sido evitables totalmente solo respetando los derechos de los demás, no hayan sido en vano, que las denuncias correspondientes sirvan para algo y que todos tomemos más conciencia que peleando por nuestros derechos hacemos que las cosas mejoren.
Después de todo esto, doy vuelta la página y trato de volver a mi eje, recordar que hay cosas mucho más importantes como la curación y que no me puedo dar el lujo de dejar que este tipo de cuestiones cuasi domésticas se queden a vivir conmigo.
Me despido, reciclándome :)
Vivi
miércoles, 11 de septiembre de 2013
martes, 10 de septiembre de 2013
Soy feliz♪ soy feliz♫ vamos que la vida es una fiesta♪
Hoy tuve doc, quimio y radio, día cargadito si los hay, en realidad todo esto debería haber acontecido mañana, pero mañana es el día de la salud privada así que corrieron todo para hoy.
Si les cuento la verdad, hoy (a diferencia de lo que me sucede siempre) iba con cierto "chucho", los días pasados no me había sentido del todo bien, el cansancio me había golpeado demasiado, me sentía con pocas fuerzas pero... no tengo la chance de ir o no ir, no puedo elegir, porque tal vez ustedes digan, si, podés elegir no hacer más nada, pero para mi no es una opción, así que me levanté con la mejor energía que pude, me maquillé con mi mejor sonrisa, me vestí de verano y salí a encarar este martes que para mi era más un 13 que un 10.
Llegué al Doc, acompañada por la genia de mi hermana, que desde que me enteré que estoy "enferma" no me deja ni a sol ni a sombra acomodando todos sus horarios casi como si en vez de ser profesora fuera trapecista!!! Nunca me había atendido este doctor, y que importante es hablar, expresarse, decir lo que uno siente!!! Resulta que en el control de la radioterapia, oncólogos te van "monitoreando" cada poco tiempo a ver como va todo, y la doctora que me había tocado las dos veces anteriores no me había gustado, no me dio ni seguridad ni confianza y lo dije. El resultado: me cambiaron para otro doctor, que hoy me entendió perfecto, me dejó salir tranquila del consultorio, y fue realista sin ser dramático: cuidate pero seguí con tu vida tan parecida a la de siempre como puedas. Que importante son las palabras que nos dicen, te inflan el pecho y te dan ganas de seguir o te sepultan en vida, si tendremos que hacer uso de nuestros derechos, eso es algo a lo que nos tenemos que acostumbrar: somos personas, tienen que tratarnos como tal y no podemos permitir otra cosa.
De ahí, con el pecho inflado como les dije, me fui a la quimio. La actitud con la que entré fue mejor que la que tengo siempre, por el simple hecho de que el doctor me inyectó una dosis de positivismo, de vitalidad y lo hizo sabiendo, de esos médicos que te miran a los ojos cuando te hablan y te escuchan cuando vos les hablás :) En un par de horas estaba fuera!
La última etapa de la posta del martes era la radioterapia, tenía tarde como todos los días, pero hoy tuve el tupé de adelantarme un poco: si señor, quería terminar todo y juntarme con mi familia a mirar el partido, como lo hacemos siempre que juega la celeste, como lo hacíamos antes de que estuviera enferma.
En la clínica me recibieron como todos los días, con una sonrisa y esas miradas que te hacen sentir que te estás curando, porque nadie te trata como si estuvieras moribunda, todo lo contrario: allí se respira vida y esperanza, solidaridad y sensibilidad, tal vez porque todos los que estamos ahí (en la clínica de Tabaré como la conoce todo el mundo) sabemos que sacamos el comodín y nos tocó jugar un partido sin que nosotros lo eligiéramos, tal vez por eso, todos nos damos fuerza los unos a los otros, y siempre veo la vida en los ojos de todos y jamás la muerte.
Minutos después ya estaba rumbo a mi casa, bue... la casa de mis padres, que todavía sigue siendo mi casa, donde mi vieja nos esperaba con mis hijas, sobrinos, hermana (porque ahí ésta ya le había pasado la posta a mi viejo que es quien me acompaña a la quimio) y una picada adecuada a lo que puedo comer y tomar ahora :) Lo más importante de todo: la tradición intacta, juntos en las buenas y en las no tanto buscando la forma de convertirlas en buenas también, familia, sonrisas, niños que me revitalizan y mis viejos que dejan el dolor de ver a su hija pasar por esto y se ponen las pilas y vamos todos juntos pa'lante!
Hoy volví a entender que la felicidad no es un destino, es el camino diario, es el poder zambullirse de cabeza en esas pequeñas cosas que nos hacen sentir vivos.
Hoy grité los goles como lo hice siempre, olvidándome por completo de que tengo una nefrostomía, de que me habían irradiado un rato antes y de que mi cuerpo está siendo navegado por un montón de químicos con la misión de curarme.
Hoy el martes terminó feliz, celeste y redondito.
Si les cuento la verdad, hoy (a diferencia de lo que me sucede siempre) iba con cierto "chucho", los días pasados no me había sentido del todo bien, el cansancio me había golpeado demasiado, me sentía con pocas fuerzas pero... no tengo la chance de ir o no ir, no puedo elegir, porque tal vez ustedes digan, si, podés elegir no hacer más nada, pero para mi no es una opción, así que me levanté con la mejor energía que pude, me maquillé con mi mejor sonrisa, me vestí de verano y salí a encarar este martes que para mi era más un 13 que un 10.
Llegué al Doc, acompañada por la genia de mi hermana, que desde que me enteré que estoy "enferma" no me deja ni a sol ni a sombra acomodando todos sus horarios casi como si en vez de ser profesora fuera trapecista!!! Nunca me había atendido este doctor, y que importante es hablar, expresarse, decir lo que uno siente!!! Resulta que en el control de la radioterapia, oncólogos te van "monitoreando" cada poco tiempo a ver como va todo, y la doctora que me había tocado las dos veces anteriores no me había gustado, no me dio ni seguridad ni confianza y lo dije. El resultado: me cambiaron para otro doctor, que hoy me entendió perfecto, me dejó salir tranquila del consultorio, y fue realista sin ser dramático: cuidate pero seguí con tu vida tan parecida a la de siempre como puedas. Que importante son las palabras que nos dicen, te inflan el pecho y te dan ganas de seguir o te sepultan en vida, si tendremos que hacer uso de nuestros derechos, eso es algo a lo que nos tenemos que acostumbrar: somos personas, tienen que tratarnos como tal y no podemos permitir otra cosa.
De ahí, con el pecho inflado como les dije, me fui a la quimio. La actitud con la que entré fue mejor que la que tengo siempre, por el simple hecho de que el doctor me inyectó una dosis de positivismo, de vitalidad y lo hizo sabiendo, de esos médicos que te miran a los ojos cuando te hablan y te escuchan cuando vos les hablás :) En un par de horas estaba fuera!
La última etapa de la posta del martes era la radioterapia, tenía tarde como todos los días, pero hoy tuve el tupé de adelantarme un poco: si señor, quería terminar todo y juntarme con mi familia a mirar el partido, como lo hacemos siempre que juega la celeste, como lo hacíamos antes de que estuviera enferma.
En la clínica me recibieron como todos los días, con una sonrisa y esas miradas que te hacen sentir que te estás curando, porque nadie te trata como si estuvieras moribunda, todo lo contrario: allí se respira vida y esperanza, solidaridad y sensibilidad, tal vez porque todos los que estamos ahí (en la clínica de Tabaré como la conoce todo el mundo) sabemos que sacamos el comodín y nos tocó jugar un partido sin que nosotros lo eligiéramos, tal vez por eso, todos nos damos fuerza los unos a los otros, y siempre veo la vida en los ojos de todos y jamás la muerte.
Minutos después ya estaba rumbo a mi casa, bue... la casa de mis padres, que todavía sigue siendo mi casa, donde mi vieja nos esperaba con mis hijas, sobrinos, hermana (porque ahí ésta ya le había pasado la posta a mi viejo que es quien me acompaña a la quimio) y una picada adecuada a lo que puedo comer y tomar ahora :) Lo más importante de todo: la tradición intacta, juntos en las buenas y en las no tanto buscando la forma de convertirlas en buenas también, familia, sonrisas, niños que me revitalizan y mis viejos que dejan el dolor de ver a su hija pasar por esto y se ponen las pilas y vamos todos juntos pa'lante!
Hoy volví a entender que la felicidad no es un destino, es el camino diario, es el poder zambullirse de cabeza en esas pequeñas cosas que nos hacen sentir vivos.
Hoy grité los goles como lo hice siempre, olvidándome por completo de que tengo una nefrostomía, de que me habían irradiado un rato antes y de que mi cuerpo está siendo navegado por un montón de químicos con la misión de curarme.
Hoy el martes terminó feliz, celeste y redondito.
lunes, 9 de septiembre de 2013
La voluntad
Cada uno de nosotros, conoce los defectos y las virtudes que tiene.
En general, de los defectos reconocemos esos que son grosos, que no se pueden dejar de ver y de las virtudes son pocas las veces que nos enorgullecemos, porque en general pensamos que puede sonar un poco mal decir yo esto lo hago bien o yo tengo tal o cual virtud.
Hoy voy a escribir sobre una virtud que creo es la más importante que tengo: La voluntad.
Es la voluntad, la que me ha permitido salir a flote en momentos tan diversos de mi vida: después de un desengaño amoroso con el corazón partido al medio, empezar de menos de cero después de una situación económica peor que pésima, volver a construir una casa y una familia con hijas muy pequeñitas y sacarla adelante, y ahora está permitiéndome salir a flote a pesar de un diagnóstico médico que no ha sido de los mejores que escuché en mi vida.
Como quien no quiere la cosa (dicho medio de viejos si los hay), ya van casi tres meses de quimioterapia y un mes y medio de radio, y mi cuerpo, a pesar de que mi actitud en general es positiva, a pesar de que me cuido todo lo que puedo, está sintiendo los latigazos de ambos tratamientos: me siento muy cansada.
Estoy durmiendo muchísimo más que de costumbre, mi cuerpo necesita descansar, anda más lento, me doy cuenta en cualquier actividad cotidiana que realizo, me canso más, pero no me doy por vencida.
Ahí es cuando vuelvo a tomar conciencia de que "mi voluntad" no me abandona ni a sol ni a sombra, que más allá del cansancio, siempre hay una vocecita interior que me dice: dale Vivi, levantate, el día está divino, no da para quedarse en la cama!!! o, no tenés ganas de comer esto, bueno probá con aquello, tenés que alimentarte porque el cuerpo necesita energías para seguir, y esa voz me termina convenciendo y ahí me pongo en pie de vuelta y le vuelvo a poner el pecho a las balas.
Creo que la voluntad es otro tipo de alimento para el cuerpo, pero tan necesario como los nutrientes físico/químicos, porque sin voluntad uno se entrega, se abandona, se deja llevar, y cuando la situación que nos envuelve no es la mejor eso puede ser peligroso.
Hoy no me sentía nada bien, el cansancio se estaba haciendo notar desde hace días, el calor que tanto amo ayudó para que mi presión se fuera más y más abajo, pero sin embargo apareció mi amiga inseparable: la voluntad. Y me susurró al oído que afuera había un día espléndido, veintipico de grados, los jardines llenos de flores, y me convenció de que salir de casa y tomar un poco de aire limpio me iba a hacer bien, solo tenía que lograr vencer esa barrera que me empujaba a quedarme todo el día tirada en la cama...
Y lo pensé, y supe que tenía razón, salí, caminé al sol, respiré, me sentí cansada si, pero también me sentí viva, tomé un helado, visité a mis padres, estuve entre las plantas, jugué con los perros. Volví a casa, caminando por ese cantero enorme que tiene Av Italia y que tantas veces he transitado para desahogarme y llenarme los pulmones de aire.
Volví a casa a poner las manos en la tierra, a sembrar nuevas plantitas y a disfrutar de un rico licuado al aire libre con mi hija.
Volví sintiéndome orgullosa de mi fuerza de voluntad ♥
miércoles, 4 de septiembre de 2013
Ommm
Hoy entre otras cosas tenía médico, llegué a la mutualista me enteré que había paro todo el día, divina noticia, ahí quedás como un trompo al que le tiraron la cuerdita y quedó girando y no tenés ni idea de con que te vas a encontrar.
Respeto los paros, pero... y que pasa con mi salud?
El médico que tenía que ver, me había dicho hace tres meses que cuando fuera la fecha me "acercara" un día que tuviera consulta sin número ni nada, para coordinar el cambio de la nefro, eso fue lo que hice hoy, ir a la hora que empezaba la consulta para ver que me atendiera un segundo y coordinar.
Ni bien la enfermera salió le expliqué lo que me había dicho el médico y ella me anotó al final de la lista, tenía que esperar hasta que terminara de atender a todos los pacientes que tenían número, al pasar vi que esa lista tenía no menos de 20 nombres, iba a tener para rato...
Esperé una hora y media, que era el tiempo que tenía "libre" antes de entrar a la Quimioterapia, y como no tengo el poder de estar en dos lugares a la vez, tenía que optar, cuando se hizo la hora me fui a la quimio (que era del otro lado del mismo piso) y le pedí a mi viejo que me estaba acompañando que cuando me llamaran explicara que había tenido que entrar a quimio y le pidiera al médico si podía ir hasta ahí a verme.
Mi viejo creo que esperó casi una hora más, hasta que en un momento la enfermera salió y le explicó a todas las personas que en mi situación esperaban para que el Doctor las viera sin número, que iba a ser imposible ver a ningún paciente hoy sin número ya que al Doc aún le quedaban 14 personas por atender y ya estaba fuera de hora.
Conclusión: yo hice lo que me dijo el médico y terminé sin asistencia... Todos los días se aprende algo: sacate el numerito igual, si no lo precisás, listo, pero no confíes en lo que te dicen de palabra porque después te dejan pagando...
La hora y media de espera tuvo su lado positivo: una charla más que interesante con un señor de 78 años, con una perspectiva de la vida que parecía de 30 y unas vivencias de esas que a uno lo dejan atónito escuchando :)
Por suerte cuando me tocó golpear la puerta del Hospital de día, estaban los ángeles de sonrisa franca esperando para atenderme, no se si allí no había llegado el paro, o si es un sector que entiende que para determinadas cosas perder días es algo crucial, así que más que agradecida con ellas.
Así que me instalé y en vez de recalentarme y darme manija sobre una situación que no estaba a mi alcance resolver en ese momento, respiré hondo y empecé a hacer Ommmm...
Respeto los paros, pero... y que pasa con mi salud?
El médico que tenía que ver, me había dicho hace tres meses que cuando fuera la fecha me "acercara" un día que tuviera consulta sin número ni nada, para coordinar el cambio de la nefro, eso fue lo que hice hoy, ir a la hora que empezaba la consulta para ver que me atendiera un segundo y coordinar.
Ni bien la enfermera salió le expliqué lo que me había dicho el médico y ella me anotó al final de la lista, tenía que esperar hasta que terminara de atender a todos los pacientes que tenían número, al pasar vi que esa lista tenía no menos de 20 nombres, iba a tener para rato...
Esperé una hora y media, que era el tiempo que tenía "libre" antes de entrar a la Quimioterapia, y como no tengo el poder de estar en dos lugares a la vez, tenía que optar, cuando se hizo la hora me fui a la quimio (que era del otro lado del mismo piso) y le pedí a mi viejo que me estaba acompañando que cuando me llamaran explicara que había tenido que entrar a quimio y le pidiera al médico si podía ir hasta ahí a verme.
Mi viejo creo que esperó casi una hora más, hasta que en un momento la enfermera salió y le explicó a todas las personas que en mi situación esperaban para que el Doctor las viera sin número, que iba a ser imposible ver a ningún paciente hoy sin número ya que al Doc aún le quedaban 14 personas por atender y ya estaba fuera de hora.
Conclusión: yo hice lo que me dijo el médico y terminé sin asistencia... Todos los días se aprende algo: sacate el numerito igual, si no lo precisás, listo, pero no confíes en lo que te dicen de palabra porque después te dejan pagando...
La hora y media de espera tuvo su lado positivo: una charla más que interesante con un señor de 78 años, con una perspectiva de la vida que parecía de 30 y unas vivencias de esas que a uno lo dejan atónito escuchando :)
Por suerte cuando me tocó golpear la puerta del Hospital de día, estaban los ángeles de sonrisa franca esperando para atenderme, no se si allí no había llegado el paro, o si es un sector que entiende que para determinadas cosas perder días es algo crucial, así que más que agradecida con ellas.
Así que me instalé y en vez de recalentarme y darme manija sobre una situación que no estaba a mi alcance resolver en ese momento, respiré hondo y empecé a hacer Ommmm...
7a Q (y no es una carrera...)
Miércoles...
Hoy vuelvo a la cancha, a estirar el brazo y q me pongan la bolsita de agua caliente, para que mis venas dejen de hacerse las vivas (porque se esconden TODOS los miércoles, yo no sabía que los nervios hacen que las venas cuasi desaparezcan y no se dejen ver) y salgan de su escondite para decir presente y que me puedan pinchar.
Hoy vuelven a recibirme esos ángeles terrenales que con sonrisa de oreja a oreja y mirada tierna, me hacen sentir como si llegara a un SPA en vez de a hacerme la quimio: me preguntan como pasé, cómo están mis hijas, hacen bromas y están todo el tiempo pendientes de mi, como del resto de los que estamos sentados en esos confortables sillones con el brazo estirado y la vía puesta por donde entra parte de nuestra curación.
Hoy posiblemente en la espera antes de entrar, vuelva a escuchar uno y mil cuentos de las personas que están esperando y tienen cáncer aquí o allá y hace tantos años y lo han vencido tantas veces, pero posiblemente también vuelva a escuchar frases como la de un señor que estando esperando que lo atendiera la oncóloga y mientras se escuchaban cuentos de terror, alzó la voz y dijo con una sonrisa: hablemos de tallarines con tuco que es más rico y más positivo!!!
Hoy voy convencida de que mis defensas se están comportando y llegaron a los niveles en los que tienen que estar, pues sino no puedo seguir con el tratamiento, y aca no podemos perder tiempo, así que tienen que ubicarse!!!
Hoy además, tengo que ver a mi "Bombón Asesino", si, ese que me hizo la Nefro, para coordinar con él el plan "recambio", porque ya se que la posibilidad de que me la saque ahora es totalmente inexistente... Esto me tiene un poco nerviosa, pero, si ya he afrontado tanto, si ya le he puesto el pecho a las balas, si ya he escuchado tanto diagnóstico que ni siquiera esperaba y lo soporté y seguí adelante, esto no puede ser la excepción.
Hoy no habrá jugo con sandwichito caliente (ritual que he adoptado cuando salgo de la quimio y antes de irme a la radio)...
Hoy ni bien termine de pasar el suero que me limpia las venas, salgo volando para mi casita, pues llega mi princesa de campamento y no puedo aguantar un minuto más para verla, me la comeré a besos y a apretujones y después me iré a la radio.
Hoy más allá de la quimio y la radio, y la mutualista y los médicos, la vida sigue y yo agradezco seguir con ella :)
Hoy vuelvo a la cancha, a estirar el brazo y q me pongan la bolsita de agua caliente, para que mis venas dejen de hacerse las vivas (porque se esconden TODOS los miércoles, yo no sabía que los nervios hacen que las venas cuasi desaparezcan y no se dejen ver) y salgan de su escondite para decir presente y que me puedan pinchar.
Hoy vuelven a recibirme esos ángeles terrenales que con sonrisa de oreja a oreja y mirada tierna, me hacen sentir como si llegara a un SPA en vez de a hacerme la quimio: me preguntan como pasé, cómo están mis hijas, hacen bromas y están todo el tiempo pendientes de mi, como del resto de los que estamos sentados en esos confortables sillones con el brazo estirado y la vía puesta por donde entra parte de nuestra curación.
Hoy posiblemente en la espera antes de entrar, vuelva a escuchar uno y mil cuentos de las personas que están esperando y tienen cáncer aquí o allá y hace tantos años y lo han vencido tantas veces, pero posiblemente también vuelva a escuchar frases como la de un señor que estando esperando que lo atendiera la oncóloga y mientras se escuchaban cuentos de terror, alzó la voz y dijo con una sonrisa: hablemos de tallarines con tuco que es más rico y más positivo!!!
Hoy voy convencida de que mis defensas se están comportando y llegaron a los niveles en los que tienen que estar, pues sino no puedo seguir con el tratamiento, y aca no podemos perder tiempo, así que tienen que ubicarse!!!
Hoy además, tengo que ver a mi "Bombón Asesino", si, ese que me hizo la Nefro, para coordinar con él el plan "recambio", porque ya se que la posibilidad de que me la saque ahora es totalmente inexistente... Esto me tiene un poco nerviosa, pero, si ya he afrontado tanto, si ya le he puesto el pecho a las balas, si ya he escuchado tanto diagnóstico que ni siquiera esperaba y lo soporté y seguí adelante, esto no puede ser la excepción.
Hoy no habrá jugo con sandwichito caliente (ritual que he adoptado cuando salgo de la quimio y antes de irme a la radio)...
Hoy ni bien termine de pasar el suero que me limpia las venas, salgo volando para mi casita, pues llega mi princesa de campamento y no puedo aguantar un minuto más para verla, me la comeré a besos y a apretujones y después me iré a la radio.
Hoy más allá de la quimio y la radio, y la mutualista y los médicos, la vida sigue y yo agradezco seguir con ella :)
domingo, 1 de septiembre de 2013
Setiembre
Siempre me gustó Setiembre...
Tal vez suene un poco reiterativo, pero es para mi el renacer de tantas cosas!!!
Setiembre es en mi familia, el mes donde empiezan los festejos que no paran hasta fines de febrero: comienzan los cumpleaños de los grandes pero sobre todo de los chicos, que con tanto entusiasmo esperan el festejo de su día, nos reunimos, organizamos, preparamos, disfrutamos, así sea un cumpleaños grande o uno más pequeñito, el asunto es que nos juntamos a celebrar, vemos amigos, nos vemos (aún más) con la familia y brindamos una y otra y otra vez.
Setiembre trae el sol y el calor, ese que nos carga las pilas a casi todos, el que nos da ganas de hacer, de salir, de estar al aire libre, de caminar por la rambla, de plantar, de acostarnos tarde y levantarnos temprano, de comer más sano, de buscar cualquier día libre para irnos para afuera, de leer al solcito o a la sombra de algún árbol cuando el calor se hace sentir demasiado...
Setiembre me hace sentir esperanzada, sobre todo en este momento distinto de mi vida, se que todo está renaciendo, resurgiendo, que estoy volviendo a llenarme de salud, porque de vida siempre me sentí llena.
Setiembre me encuentra haciendo las cosas que me gustan y disfrutando de relaciones que tal vez gracias a esta enfermedad pude sanar, aunque suene un poco loco, a veces las personas necesitamos de situaciones límite para decirnos cuanto nos queremos o para perdonar situaciones que ni siquiera sabemos cuales fueron pero que generaron alguna incomodidad que nos hizo caminar con la piedra en el zapato durante tal vez demasiado tiempo.
Setiembre me encuentra rodeada de las personas que quiero, me encuentra sintiéndome muy querida y muy valorada por un montón de gente.
Setiembre me encuentra con muchas más ganas de agradecer, el estar aca hoy y de esta manera, porque las cosas no pasan porque si, pasan porque nos muestran un camino y nos hacen ver muchas veces que hay cosas que acomodar...
Setiembre me encuentra feliz y convencida de que la llegada de más cosas buenas solo depende de mi...
Tal vez suene un poco reiterativo, pero es para mi el renacer de tantas cosas!!!
Setiembre es en mi familia, el mes donde empiezan los festejos que no paran hasta fines de febrero: comienzan los cumpleaños de los grandes pero sobre todo de los chicos, que con tanto entusiasmo esperan el festejo de su día, nos reunimos, organizamos, preparamos, disfrutamos, así sea un cumpleaños grande o uno más pequeñito, el asunto es que nos juntamos a celebrar, vemos amigos, nos vemos (aún más) con la familia y brindamos una y otra y otra vez.
Setiembre trae el sol y el calor, ese que nos carga las pilas a casi todos, el que nos da ganas de hacer, de salir, de estar al aire libre, de caminar por la rambla, de plantar, de acostarnos tarde y levantarnos temprano, de comer más sano, de buscar cualquier día libre para irnos para afuera, de leer al solcito o a la sombra de algún árbol cuando el calor se hace sentir demasiado...
Setiembre me hace sentir esperanzada, sobre todo en este momento distinto de mi vida, se que todo está renaciendo, resurgiendo, que estoy volviendo a llenarme de salud, porque de vida siempre me sentí llena.
Setiembre me encuentra haciendo las cosas que me gustan y disfrutando de relaciones que tal vez gracias a esta enfermedad pude sanar, aunque suene un poco loco, a veces las personas necesitamos de situaciones límite para decirnos cuanto nos queremos o para perdonar situaciones que ni siquiera sabemos cuales fueron pero que generaron alguna incomodidad que nos hizo caminar con la piedra en el zapato durante tal vez demasiado tiempo.
Setiembre me encuentra rodeada de las personas que quiero, me encuentra sintiéndome muy querida y muy valorada por un montón de gente.
Setiembre me encuentra con muchas más ganas de agradecer, el estar aca hoy y de esta manera, porque las cosas no pasan porque si, pasan porque nos muestran un camino y nos hacen ver muchas veces que hay cosas que acomodar...
Setiembre me encuentra feliz y convencida de que la llegada de más cosas buenas solo depende de mi...
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