Miércoles...
Hoy vuelvo a la cancha, a estirar el brazo y q me pongan la bolsita de agua caliente, para que mis venas dejen de hacerse las vivas (porque se esconden TODOS los miércoles, yo no sabía que los nervios hacen que las venas cuasi desaparezcan y no se dejen ver) y salgan de su escondite para decir presente y que me puedan pinchar.
Hoy vuelven a recibirme esos ángeles terrenales que con sonrisa de oreja a oreja y mirada tierna, me hacen sentir como si llegara a un SPA en vez de a hacerme la quimio: me preguntan como pasé, cómo están mis hijas, hacen bromas y están todo el tiempo pendientes de mi, como del resto de los que estamos sentados en esos confortables sillones con el brazo estirado y la vía puesta por donde entra parte de nuestra curación.
Hoy posiblemente en la espera antes de entrar, vuelva a escuchar uno y mil cuentos de las personas que están esperando y tienen cáncer aquí o allá y hace tantos años y lo han vencido tantas veces, pero posiblemente también vuelva a escuchar frases como la de un señor que estando esperando que lo atendiera la oncóloga y mientras se escuchaban cuentos de terror, alzó la voz y dijo con una sonrisa: hablemos de tallarines con tuco que es más rico y más positivo!!!
Hoy voy convencida de que mis defensas se están comportando y llegaron a los niveles en los que tienen que estar, pues sino no puedo seguir con el tratamiento, y aca no podemos perder tiempo, así que tienen que ubicarse!!!
Hoy además, tengo que ver a mi "Bombón Asesino", si, ese que me hizo la Nefro, para coordinar con él el plan "recambio", porque ya se que la posibilidad de que me la saque ahora es totalmente inexistente... Esto me tiene un poco nerviosa, pero, si ya he afrontado tanto, si ya le he puesto el pecho a las balas, si ya he escuchado tanto diagnóstico que ni siquiera esperaba y lo soporté y seguí adelante, esto no puede ser la excepción.
Hoy no habrá jugo con sandwichito caliente (ritual que he adoptado cuando salgo de la quimio y antes de irme a la radio)...
Hoy ni bien termine de pasar el suero que me limpia las venas, salgo volando para mi casita, pues llega mi princesa de campamento y no puedo aguantar un minuto más para verla, me la comeré a besos y a apretujones y después me iré a la radio.
Hoy más allá de la quimio y la radio, y la mutualista y los médicos, la vida sigue y yo agradezco seguir con ella :)
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