Hace aproximadamente un mes, me encontraba en el dilema de hacer público o no lo que me pasaba y lo que sentía.
Lo pensé bastante, porque era cruzar una línea de la que después no se puede volver atrás, como cualquier otra decisión, genera consecuencias, y en este caso la consecuencia inmediata iba a ser que un montón de gente tuviera acceso a saber de mi, de mi enfermedad, de mis sentimientos, algunos aún sin conocerme.
Lo pensé un montón, pero dentro mío había algo que ya había empezado a "moverse" el día que por primera vez agarré el cuaderno para escribir notas estando en el sanatorio. Sabía que aquel viejo dicho que dice que las alegrías compartidas se multiplican y las penas compartidas se dividen, tenía que ser cierto, y que en cierta forma, escribir y compartir me iba a servir para poner las cartas sobre la mesa (aún más) en este mano a mano que tengo con esta enfermedad.
Que decir, escribir y comentar, iba a ser un paso más hacia la curación, porque no hablar no ayuda, no decir no hace que las cosas desaparezcan, no nombrar no hace las cosas más sencillas.
Y así, un día me decidí: tenía tantas cosas que contar!!! No solo a mis amigos y familiares, muchos de los cuales no sabían detalles de lo que había ido ocurriendo, porque no llamaban o no preguntaban para no molestar y muchos otros porque a veces preguntaban y era yo quien en el momento no tenía ganas de decir.
Lo cierto es que mi pensar fue: si poniendo en caracteres lo que me pasa, logro dos cometidos, esto ya habrá valido la pena, uno era que me ayudara a sacar hacia afuera, como cuando uno hace terapia, a hablarlo, a nombrar las cosas como son, a verlas tal vez desde una perspectiva nueva y lo otro y tal vez lo que más me ha sorprendido: si con estas cosas que cuento, soy capaz de ayudar o dar una palabra de aliento aunque sea a UNA SOLA persona, ya va a haber valido la pena compartir lo que estoy viviendo.
Lo primero se cumplió y se cumple tal como lo había previsto, no solo puedo desahogarme, al escribir, vuelvo a pasar por esa situación vivida, pero desde otro lugar, la mayoría de las veces, viendo como pude sobrellevarla, aunque en ese momento seguramente parecía otra cosa casi imposible de pasar y sin embargo, la pasé y la puedo contar.
Lo segundo, fue lo que más me maravilló de todo: tímidamente comencé el blog, casi sin saber como funcionaba... Escribí, una, dos, tres historias de esas que ya tenía en borrador en mi cuaderno. Los posts empezaron a salir día a día, naturalmente, con cero presión para escribirlos, como si todo estuviera ordenado en mi cabecita... Así empecé a ver que ponía un post y en un día recibía, 5, 10 lecturas, no lo podía creer!!! Más increíble aún fue cuando la gente que lo leía empezó a hacerme llegar sus comentarios: la segunda parte estaba cumplida! Había gente que me escribía sin conocerme, diciéndome que había pasado por una situación similar, que la siguiera peleando, otros me ponían que al leerme sentían como si fueran ellos los que estuvieran escribiendo, porque habían pasado por las mismas sensaciones.
Hubo gente que sin conocerme, enseguida se puso a las órdenes si podía ayudarme en algo, gente que día a día me escribe para mandarme buena energía, que si un día sabe que estoy un poco caída redobla sus palabras de ánimo. Hasta hubo una persona especial que me escribió contándome que leer cosas que yo escribía había hecho que afloraran en si mismo cosas por las que había pasado y tal vez no estaban del todo resueltas, o en su momento habían quedado guardadas por ahí, y que al leer se había vuelto a encontrar con un montón de emociones y había podido ver todo el camino transitado!!!
Hoy les digo que estoy segura de que escribir y compartir publicamente fue la decisión correcta, hoy estoy en contacto con gente que no conozco personalmente, pero que sin embargo tienen cosas en común conmigo...
Hoy me siento en paz y mucho más liviana de haber podido despedirme escribiendole a alguien a quien quiero con el corazón y no había podido hacerlo hasta ahora, y ese post tiene nada más ni nada menos que 110 visitas y he recibido un montón de comentarios sobre él hechos con el corazón en la mano...
Hoy quiero agradecerles a todos los que me han leído y me leen cada vez que publico algo, a todos los que me siguen dando para adelante con esta idea loca, sobre todo a mis hijas, que se entusisasmaban como yo cada vez que veíamos que alguien más había leído una de las historias! agradecerle a mi amiga Ceci Curbelo porque ni bien la consulté cuando le dije que tenía ganas de escribir el blog me dio para adelante como lo hace siempre! Agradecer a Uruguay x Livestrong y a Mama Mía por compartir en sus páginas el link para que sus seguidores también me leyeran...
Hoy les tengo que agradecer porque uno de mis posts llegó a las 300 lecturas, y yo sigo sin poder creerlo...
Viví
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