Ayer tuve quimio gran parte de la tarde... más tarde tuve radio, los miércoles vuelvo exhausta! Pero, los jueves (en la medida de lo posible) trato de levantarme con la mejor actitud.
Me cuido más con la comida, como liviano y más bien fresco, porque tanto el jueves como el viernes, son los días que se que mis defensas están más bajas.
Tengo la mente 100% en positivo, tomo agua, mucha agua, tres litros por día, es lo que mi nefrostomía me obliga a tomar, y además me han dicho las enfermeras que me ayuda a eliminar los efectos de la quimio mucho más rápido :)
Hoy gracias a Dios, todo fue dando el resultado esperado y me sentí bien, así que pude llevar a cabo el plan de salir con mi hija de shopping para resolver los regalos del Día del Niño.
Soy de las personas que ama las fiestas, los festejos, que le encanta regalar, y que hace maravillas con 50 pesos, que camina y camina hasta dar con el regalo adecuado para el homenajeado, y el Día del Niño (más alla de que sea una fecha comercial) lo vivo con tanta ilusión como ellos.
Para mí poder haber salido con mi hija, caminar como siempre buscando cada cosa para mis hijas, para ellas, para mis sobrinos y ahijada y encontrar lo perfecto para cada uno, fue una prueba más de hacer mi "vida normal", cuidandome por supuesto, pero haciendo, porque de eso va la vida, de hacer.
Poder planear, poder hacer, poder soñar, me mantiene viva, más allá de esta enfermedad que estoy cursando. Poder sentarme con mi hija a disfrutar de un helado, me hace sentir en el camino correcto, ninguno de nosotros sabe cuanto tiempo estará por aquí, pero quiero que el tiempo que me toque, valga la pena, llenarme los pulmones de aire fresco, disfrutar la luz del sol en la cara, tomar un helado...
Quería compartir esto también con ustedes, porque creo que la enfermedad es un diagnóstico, que no puedo negar que está allí, pero también es la actitud con la que la transitamos, entonces en la medida de lo posible (no siempre me siento bien como para salir), tenemos que hacer, tenemos que honrar la vida que tenemos.
Si Dios quiere el próximo domingo, me va a encontrar como siempre, rodeada de mis hijas, de hijas postizas, de sobrinos, ahijada, tíos, abuelos, padrinos, y cocinando cosas ricas para los peques...
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