Saber es para mí una de las cosas fundamentales de la vida.
Saber lo que queremos conocer, saber lo que necesitamos, saber lo que nos llama la atención y nos motiva averiguar, pero SOBRE TODO saber lo que nos es indispensable para seguir adelante.
Como ya les conté desde el vamos quise saber todo lo que necesitaba saber acerca de mi enfermedad para con esas armas poder pensar en curarme, y cada día que pasa confirmo más aún lo importante que es que estemos INFORMADOS sobre la enfermedad, el diagnóstico, el tratamiento para la curación.
No podemos dejar en manos de nadie, el manejo de la información. El "implicado" tiene que ser el primero en saber su historia clínica de atrás para adelante y de adelante para atrás, más allá de que el resto de la familia o amigos lo sepan. Es UNO MISMO el que tiene que manejar toda esa data, porque es de VITAL IMPORTANCIA para salir adelante.
Ustedes tal vez digan, si, pero no todo el mundo quiere saber, no todo el mundo tiene fortaleza para preguntar y escuchar respuestas que muchas veces no son las más esperadas, aún así creo que lo peor que uno puede hacer como paciente es negar, es no querer saber, no involucrarse, creo que eso hace que la mitad del camino esté perdido, y disculpen si sueno grosera o nefasta.
Todos los años me hago los controles que me dicen que tengo que hacer: PAP, Colposcopía cuando me la indican, mamografía este año por primera vez (porque cumplí los famosos 40), rutina de sangre una vez al año...
Todos estos exámenes siempre dieron perfecto, inclusive los de este año, cuando mi tumor en el cuello del útero ya estaba formado y no salió en el PAP y no lo detectaron dos colposcopías...
Pero hubo un día en que yo vi que algo no andaba bien y enseguida consulté. Me gustaría poder trasmitir lo importante que fue para mi una consulta inmediata: a pesar de tener el respaldo de unos resultados correctos yo consulté al médico, sabía que algo en mi cuerpo estaba distinto.
A pesar de que todo indicaba que no podía haber nada allí, yo insistí y pregunté y volví a consultar y volví a preguntar y me informé, y pedí que me explicaran, dibujaran, etc. etc. porque yo tenía que entender que estaba pasando y cómo podía haber pasado esto si todo había dado bien.
Así llegué a que me contaran, que como toda regla, hay excepciones, y yo fui la excepción en el PAP. Yo fui uno de esos 0.000001 por ciento (el número es meramente ilustrativo porque no recuerdo el porcentaje exacto) que está pero no sale en el resultado. Por tanto a todas y todos los que me leen, me gustaría pedirles, no que se persigan, pero si que se controlen ustedes o sus mujeres, y que ante el más mínimo cambio en el cuerpo, consulten e INSISTAN.
He pasado por MUCHOS médicos desde diciembre hasta la fecha, no todos fueron claros, no todos fueron simpáticos, no todos se pusieron el caso al hombro, pero, yo contaba con algo que batallaba a favor mío: SABIA LO QUE TENIA, SABIA LO QUE ME HACIAN, SABIA EL POR QUE, SABIA... y eso me permitió "pararle" el carro al que se creía más, al que me trató como un número, o al que creyó que yo no tenía ni idea.
SABER me viene salvando, me ayuda a curarme, si un médico no me convence, o no me explica lo que necesito, hablo, pregunto, hago valer mis derechos, y ahí seguimos hacia adelante desde donde hay que seguir.
El miedo paraliza, no sirve, no aporta y mucho menos cura, así que destierren el miedo a preguntar, a que les digan, a contar, a saber porque van a tener mucho más a su favor ♥
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