Hoy, o tal vez mañana, no lo tengo claro, no soy buena para las fechas, lo sabés, hace dos meses que estás en otro lugar, y quiero decirte cuanto te extraño!
Venís a mi cabeza una y otra vez, todo el tiempo, pero nunca te veo triste, siempre con alegría, por más que a veces termine poniéndome triste y los recuerdos empujen mis lágrimas y las hagan rodar por mi cara, igual así y todo está mi sonrisa, porque cómo puedo recordarte a vos, más que sonriendo?
Muchos años, muchos días, muchas horas de momentos compartidos, una amistad que se fue consolidando con cada una de las cosas que nos fueron pasando buenas y malas, 8, 9 años es mucho tiempo.
Te acordás cuando te tocó la "sencilla" tarea de ponerme al tanto del funcionamiento de la oficina? y que fue lo primero que hiciste: endosarme la aprontada de mate, maldad número 1 (creo que no hiciste muchas más, porque si había alguien bueno eras vos), que por supuesto yo, tomando tu ejemplo, trasladaría a la pobre Adri y así sucesivamente la "nueva" era con lo primero que quedaba clavada :)
Mirá que nos reimos juntas! Te acordás aquella vez que supimos que alguien me había llamado "yegua" (en forma totalmente desubicada) y de ahí en más quedó para siempre el apodo, lo único que para no quedar en evidencia lo transformamos un poco, pasé a ser la shiiiiiiiiiiiiiiiii (gua). Cuando me atomizaste con lo de los pollos arrollados!!!!! Fue genial, creo que te duró como un año, y dale con los pollos y dale con los pollos, caseritos obvio, justo a mí, que en esa época no me podías pedir más que una hamburguesa de micro! Es más, tiempo después hasta llegaste a enseñarnos en la hora del descanso a deshuesar el tan afamado pollo y rellenarlo!!! Que loco todo! Llevábamos los implementos, y cual canal Gourmet íbamos haciendo el paso a paso... Sabés que en mi heladera están pegadas dos de tus famosas recetas? Y que día a día cuando reparo en ellas no puedo dejar de sonreir, porque me vienen mil anécdotas culinarias más tuyas?
Nos enojamos también, y en algún momento bastante fulero, pero también me acuerdo el día que nos sentamos en "el rojito" (chevette que tenía más vidas que 150 gatos juntos) y las dos nos dijimos lo mismo: no puedo estar peleada contigo, porque te quiero mucho. La bronca que me agarré aquel otro día, en que habíamos tomado una decisión en masa y vos dijiste yo no las sigo. Se me atravesó el corazón! Cómo podía ser que no nos siguieras? Pero ahí aprendí a respetar un poco más, a saber que uno a veces hace lo que quiere y otras lo que puede y que no siempre todos queremos/podemos lo mismo en los mismos tiempos...
Me acuerdo de tu primera batalla hace años ya: fue un sablazo que nos partió al medio. Nadie lo esperaba, por qué a vos? por qué si vos lo único que hacías era hacer el bien? Y ahí tratamos de estar al pie del cañon, era nuevo para nosotras, tratamos de acompañarte como pudimos... Cómo te extrañamos! Pero que feliz estuvimos el día que volviste curada, a pesar de que ante cualquier eventualidad sacabas a relucir tu: no me molesten que me certifico, que shiiiiiiiiiiii!
Casi al mismo tiempo nos empezamos a sentir mal el año pasado, vivíamos bromeando de que los 40 nos estaban arruinando! Habíamos cambiado: en vez de hablar de que lindo que está fulano, hablábamos de dolores, eso sí solo 5 minutos porque nada de andar de bajones. Cuanto te insistí para que te hicieras ver y como te entiendo ahora que estoy del otro lado. Nunca mejor el dicho de juzga estando en los zapatos del juzgado. Como entiendo ahora tu miedo, tu cabeza a mil, tu inseguridad, tu estar ida tantas veces...
Espero haberte podido acompañar de la mejor manera, pido perdón si estuve poco o atomicé mucho, queriéndote pasar películas que te hicieran reir, libros que te levantaran el ánimo, mensajeándote o yéndote a ver a pesar de que muchas veces pedías estar sola.
La vida quiso que el último tiempo nos encontrara separadas, vos en un sanatorio y yo en otro, por supuesto vos no sabías nada de lo mío y yo no hubo un solo día que no pensara en vos. Le preguntaba a las chicas, sabía que seguramente no me contaban toda la verdad, yo también tenía bastante, y tenía que mantenerme fuerte y positiva, que difícil fue! hasta que un domingo leí lo que escribió ese sol que tenés como hija y supe... Fue una puñalada en medio del corazón, lloré, lloré y lloré, con bronca, con impotencia, con tristeza...
Después agradecí, a Dios que me dio la oportunidad de haberte conocido y haber vivido tanto contigo: charlas, paseos, bromas, cumpleaños, comidas, confesiones, fiestas empresariales (para las que estábamos un mes: voy, no mejor no voy, bueno voy, no, no tengo que ponerme), hijas y más.
Para mi sos y seguirás siendo tantas cosas, Lady Laura (como te bautizó aquel viejo pretendiente), el Bombón de Chocolat (mirá que nos reimos con eso!!!), la Reina de la Ciudad Vieja: porque no quedaba portero, panadero, gerente, limpiadora, cuidacoche que no te conociera y con quien no tuvieras algún vínculo, caminar contigo era como salir en la carroza de carnaval con la reina tirando besos a troche y moche, la "multi" de la oficina porque en tus buenas épocas nos sacabas viruta a todas ;), una gran mujer, una amigaza, una persona solidaria que si sabía que en algo podía ayudar, ni preguntaba, se mandaba y listo.
Dejaste un sol que te representa con orgullo, orgullosas las dos, ella de haberte tenido y vos debes de estarlo al verla seguir adelante, estaré siempre que me necesite, para acompañarla, hacerle de oreja, el aguante, o lo que sea que esté a mi alcance.
Nada amiga, no pude despedirme de vos y necesitaba hacerlo, lo hago como siempre que te pienso, con tristeza pero con una sonrisa, porque se que estás en un lugar mejor y porque también se que un día nos encontraremos al final del arcoiris para seguir riendo juntas ♥
Te quiero,
Vivi
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